La nueva Ley de Minería Metálica, aprobada el 23 de diciembre de 2023 y que derogo la Ley de Prohibición de Minería Metálica de 2027, un logro producto de la presión social, es considerada una amenaza para la vida de las y los salvadoreños según expertos en temas ambientales.
“En un país densamente poblado y que las condiciones para la explotación minera no están dadas, porque en los lugares donde se ha explorado y se conoce de la existencia de oro y otros metales, están cerca de las comunidades, están sobre las comunidades o están a la orilla de los ríos más importantes de este país”, es un escenario peligroso considera, Rodolfo Calles de la Mesa Sectorial de Gestión Ambiental.
También afirma “que los impactos ambientales serán severos, porque al explotar la minería, los impactos en el agua son evidentes, la minería necesita mucha agua para procesar, los impactos en la salud de igual manera, porque la gente que trabaja en la mina está expuesta a enfermedades relacionadas con los tóxicos que se utilizan para el procesamiento.
La explotación minera es una amenaza y tendría impactos sociales grandes, entre ellos destaca las disputas por el agua. “Una empresa minera que se ponga en pleito con la comunidad por el uso del agua va a generar confrontación con la población y obviamente, también ese es un impacto negativo para las comunidades” afirma el ambientalista.
Para Calles, a todos estos impactos, se le suma que El Salvador es un país propenso a los sismos, recientemente se registro un sismo de 6.3 grados, lo que pone en riesgo la vida de los trabajadores en los proyectos mineros que se piensan hacer de manera subterránea, es decir que la amenaza es real.
Texto: Edilberto Escobar.
Foto: Referencia