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Por ARPAS 

Diversas organizaciones sociales, sindicales, religiosas y académicas, aglutinadas en la Alianza contra la Privatización del Agua, desfilaron esta semana por la Comisión de Medioambiente y Cambio Climático de la Asamblea Legislativa, reiterando su rechazo a la privatización del agua y exigiendo la creación de un ente rector de las políticas hídricas totalmente público.

Frente a los hostiles diputados de derecha que – molestos por la exigencia ciudadana – hasta cerraron micrófonos y apagaron las luces, los/as representantes de las organizaciones populares exigieron que la Asamblea responda al derecho de la población de acceso al agua y no al interés privatizador de las grandes empresas privadas.

Esta misma semana, la Alianza contra la Privatización del Agua también se pronunció contra el proyecto de ley de creación de una Zona Económica Especial (ZEE) en el sur-oriente del país, por considerarla una medida que aumentaría la elusión tributaria y profundizaría el modelo neoliberal heredad de los gobiernos de ARENA.

Voceros/as de la Alianza exigieron al Ejecutivo que retire la referida propuesta de la Asamblea Legislativa y pidieron al partido FMLN que sea consecuente con la perspectiva antineoliberal. Las organizaciones proponen combatir la evasión y elusión tributaria para obtener los ingresos que permitan al Estado intervenir con políticas públicas en los territorios, en vez de entregarlos a empresas transnacionales.

Ojalá que Asamblea y Ejecutivo acaten las demandas de la población. La derecha parlamentaria debe mandar al basurero el proyecto de ley privatizadora del agua y el gobierno debe retirar la nefasta propuesta de ZEE.

El proyecto de ley de agua de la ANEP y la propuesta de ZEE que promueve el grupito neoliberal del gobierno (vicepresidente Ortiz, ministra de Economía, Sigfrido Reyes, Lorenzana) no responden a los intereses de la población, por tanto, deben ser desechados. El Estado representa los intereses colectivos y no de particulares, por tanto, Asamblea y Ejecutivo deben rechazar los proyectos en cuestión.

Ojalá que asía sea. Y si no fuera así, todos los sectores revolucionarios, progresistas, democráticos, decentes, honrados y trabajadores del país deben preparar las más grandes movilizaciones para derrotar con lucha popular esas iniciativas perjudiciales para los derechos de la gente y los intereses del país.

 

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