Por ARPAS
Hay que rechazar categóricamente la propaganda electoral que niega o distorsiona la realidad; ésa -según la cual- el país ha retrocedido gravemente con los últimos dos gobiernos. Es la propaganda falaz del candidato de la derecha oligárquica Carlos Calleja y, en menor medida, de Nayib Bukele, de GANA.
Una cosa es que los gobiernos del FMLN no hayan hecho los cambios estructurales que ofrecieron, porque no pudieron o porque no quisieron. Ciertamente no los hicieron: no desmontaron el neoliberalismo, abandonaron el proyecto de transformación progresista y se dedicaron a administrar la crisis (o las crisis) heredada de las administraciones areneras; y, sumado a eso, no supieron comunicar, dejaron de interpretar la realidad y no atendieron las críticas constructivas de organizaciones aliadas que oportunamente les señalaron errores y les pidieron corregir. Y por eso perdieron catastróficamente el 4 de marzo y van terceros para la presidencial de febrero próximo.
Pero decir que el país ha retrocedido, sería admitir que todo está peor que durante los gobiernos de derecha; ¡y eso no es así! La violencia, el desempleo, el deterioro ambiental, la corrupción, etc., no era menor antes del 2009.
El país ha tenido avances importantes, señores Calleja y Bukele. Durante los gobiernos de ARENA se reprimía a la gente que protestaba, no habían políticas de atención a la población necesitada, en salud quien no pagaba se moría, la educación no era gratuita, no había apuesta por recuperar la productividad y ¡no había transparencia! La gestión pública era totalmente opaca, de espaldas a la población, sin rendición de cuentas y con robos descarados de los fondos públicos, que hoy se confirma con la corrupción de los ex presidentes Francisco Flores y Antonio Saca.
¿Eso era mejor que ahora? ¿Y si agregamos la privatización de empresas, activos y servicios públicos (banca, telefonía, electricidad, pensiones)…?
De nuevo, los gobiernos del ex presidente Mauricio Funes y del actual presidente Sánchez Cerén cometieron fallas garrafales e inconsecuencias inaceptables, que ya no vamos mencionar porque las dijimos cuando era útil decirlo; pero -contrario a las administraciones de ARENA- se recuperó el rol del Estado, la inversión social y la gestión pública más o menos transparente, con esfuerzos inéditos como los impulsados por la Secretaría de Transparencia. Que no se ha trasparentado todo, sí; pero en los gobiernos de la derecha, se imponía la lógica del “secreto mejor guardado”.
Así que, no falseen la realidad, señores Calleja y Bukele. El país no avanzó lo que debía, pero no ha retrocedido. Retrocedería si ustedes llegaran a la gobierno y revirtieran los avances que hay; retrocedería si volvieran las privatizaciones, la represión, la marginaron de los sectores vulnerables y la corrupción desvergonzada que imperó en el pasado.
El Salvador no ha retrocedido, y hay que evitar que retroceda. Las organizaciones progresistas, sectores democráticos y toda la población decente, honrada y trabajadora deben cerrar filas para que gobierno que asuma en junio de 2019 mantenga las políticas que constituyen logros y avances de país.