Por ADES
Ante la crisis que Honduras vive, propiciada por el fraude electoral del partido nacionalista, queremos expresar, como ADES, toda nuestra solidaridad, y a la vez hacer eco de los justos reclamos que organizaciones populares hacen en el país hermano.
Honduras amanece una vez más al borde del abismo creado por los intereses de la actual cúpula del Partido Nacional, la que después de tres días de lenta espera, optó por consolidar el fraude que venían fraguando desde hace años, para así poder perpetuarse en el poder, como en diversas ocasiones señalaron de forma pública.
El pueblo se encuentra enardecido, ante las mentiras utilizadas por el grupúsculo de políticos de la actual administración. los que emprendieron a toda costa una manipulación del conteo de actas, con una caída histórica de cinco horas de los servidores del Tribunal Supremo Electoral (TSE), para lograr evitar que miembros de su clan fueran deportados a los Estados Unidos, donde enfrentan acusaciones relacionados con narcotráfico.
El declive brutal en materia de derechos humanos y gobernabilidad se inició con el golpe de estado de 2009, cuando fue echado Manuel Zelaya de la presidencia, dando lugar, desde ese momento, al colapso de la incipiente democracia hondureña, la cual siempre ha estado supeditada al poder militar y por supuesto a las órdenes de la embajada estadounidense.
Honduras alcanzó en el 2012 una cifra de más de 90 homicidios por cada cien mil habitantes. En las urbes superó el promedio de asesinatos a los de países en guerra. El aumento de la violencia se relacionó directamente con la entrega de la costa norte y el occidente del país al crimen organizado, el que para ese entonces aparentemente controlaba la decrépita policía nacional.
El golpe electoral perpetrado el día de ayer, después de más de 72 horas de haber concluido las elecciones, demuestra la ausencia de espíritu democrático de la actual administración la que aparentemente cuenta con el permiso de la OEA, los Estados Unidos y la Unión Europea, los que ante el evidente fraude, han preferido permanecer en el silencio.
La amenaza de la represión se cierne sobre el pueblo hondureño, y la ilegalidad del régimen se agudiza a pesar de su máscara electoral. La pesadilla que vive el pueblo hondureño es instigada en cierta medida por los países padrinos de la narcodemocracia, y es hora que asuman su responsabilidad en los hechos.
Repudiamos el fraude electoral y hacemos un llamado a la fuerzas de seguridad hondureña a que eviten derramamientos de sangre.
Como ADES Santa Marta nos unimos a la indignación del pueblo hondureño ante el descarado fraude electoral, perpetuado por el poder, que ha dado como ganador presidencial a Juan Orlando Hernández. Expresamos toda nuestra solidaridad y hacemos un llamado a la unidad popular y a que se respete la decisión del pueblo, quienes con sus votos ya eligieron un nuevo presidente que no es Juan Orlando Hernández.