Ambientalistas advierten de una nueva campaña de empresas mineras para tratar de convencer sobre la viabilidad de sus actividades en el país. Además, exhorta al Ministerio de Gobernación a revisar las acciones de Minerales Torogoz, subsidiaria de Oceana Gold Corporation, bajo la cual opera la Fundación El Dorado- En Cabañas-, y exigen que éstas sean expulsadas de El Salvador.
Hace un año la actividad minera se prohibió en El Salvador, producto de la lucha de comunidades y organizaciones ambientalistas. La normativa se aprobó en la Asamblea Legislativa el 29 de marzo de 2017, con los votos de todos los partidos políticos, luego de la presión que hizo la iglesia católica y otras instancias. Sin embargo, en el departamento de Cabañas ha continuado operando la Fundación El Dorado, el brazo social de Minerales Torogoz, subsidiaria de la minera transnacional Oceana Gold.
Vidalina Morales, de la Asociación para el Desarrollo Económico Social Santa Marta (ADES)-ubicada en Cabañas-, explicó que desde que Oceana Gold compró el proyecto minero a la canadiense Pacific Rim, advirtió que se mantendrían presentes en la zona hasta que les permitieran extraer oro. Y así ha sido, pese a que la empresa perdió una demanda que interpuso contra el Estado, ante un tribunal internacional, y que sus operaciones de explotación minera están prohibidas.
En los últimos días se han encendido aún más las alarmas del movimiento ambientalista, pues a través de redes sociales se están difundiendo mensajes de los supuestos beneficios de la industria minera, mediante cuentas como “Minería Verde”.
Bernardo Belloso, de la Asociación para el Desarrollo de El Salvador (CRIPDES), dice que para las organizaciones está claro que detrás de esta campaña está Minerales Torogoz. Agrega que esta misma estrategia fue utilizada hace once años por las empresas para tratar de convencer a la población de la viabilidad de la minería en el país.
La empresa prepara condiciones para esperar el momento en el que la derecha, liderada por el partido ARENA, asuma un mayor control en la Asamblea Legislativa, tras las pasadas elecciones, para que se le permita explotar el suelo salvadoreño, advierte el representante de CRIPDES.
Por ahora cualquier iniciativa que promueva la exploración y explotación minera podría, incluso, constituirse en un delito, apunta Belloso. El ambientalista, exhorta al Ministerio de Gobernación a revisar el actuar de Minerales Torogoz y su Fundación El Dorado. Además, pide que sean expulsadas de El Salvador.
Las organizaciones han alertado a la población sobre que la empresa minera Oceana Gold, continúa acechando el territorio salvadoreño, a través de su subsidiaria y su fundación. Sostienen que así como la organización social derivó en la prohibición de la minería metálica, ésa será la única vía para detener cualquier intento de revertirla y favorecer a esa industria en detrimento de los bienes naturales y de la salud de la población.
La lideresa Vidalina Morales, considera que actualmente hay más conciencia sobre los graves impactos que traería la minería al país, a diferencia del año 2007, cuando se emprendió una fuerte campaña publicitaria a favor de la extracción de oro. No obstante, insta a no dejarse confundir por los mensajes sobre la supuesta “minería verde”.
El Salvador aún no se recupera de la grave contaminación causada por la minería, afirman organizaciones ambientalistas. Uno de los ejemplos más claros es el del Río San Sebastián, en La Unión, donde el Ministerio de Medio Ambiente encontró cianuro, hierro y otras sustancias, utilizadas en la actividad minera de la empresa multinacional Comerce Group. La empresa abandonó el proyecto y las comunidades vieron morir a su río, a causa de la contaminación.