Todavía El Salvador enfrenta un momento complejo con respecto a la pandemia y la emergencia sanitaria; por lo tanto se requiere de decisiones oportunas, con criterios técnicos de salud, acompañadas por personal capacitado en atención a emergencias. Y por supuesto, acompañadas de la transparencia, de la honestidad y no de improvisaciones y peor aún, omisiones de información.
En este momento no podemos aceptar la excusa de la emergencia para decir que hay un error de un cero en la compra millonaria de medicamento que no servirá para la emergencia. Tampoco podemos aceptar más justificaciones respecto al fortalecimiento de infraestructuras para atender la pandemia. El gobierno demostró que puede adecuar hospitales temporales para atender la pandemia, como en Jiquilisco; ¿porque hacer lo mismo en otros hospitales existentes, abastecerlos, mejorar su equipo y proteger al personal? en lugar de ello, se tiene ya un retraso evidente en la construcción de un nuevo hospital en San Salvador y mucha incerteza respecto al proyecto mismo.