Por ADES
Estamos sobre la segunda semana del 2019, en pleno auge electoral, a una semana de conmemorar la firma de los Acuerdos de Paz, aunque existen aún profundas polarizaciones y divisiones en nuestra sociedad. Estamos en un momento convulso; pero toda esta vorágine de situaciones no debe distraernos de temas importantes y cruciales, como es la defensa de nuestro derecho a un medio ambiente sano.
Las confrontaciones y luchas de poder que vemos en el espectro mediático nos hacen alejarnos de temas vitales. Por ejemplo, la comisión de la Asamblea Legislativa, encargada de estudiar las propuesta de Ley general de aguas, ha dejado este tema de lado porque diputadas y diputados se están “dedicando” a las campañas políticas de sus partidos. Dejan de lado lo más importante de su labor, que es servir al pueblo y tomar decisiones para favorecer a las mayorías; debido a su necesidad de asegurarse más tiempo en el poder.
Reflexionemos, entonces, en estos días, ¿cuál es el verdadero papel de las y los funcionarios públicos? ¿Acaso solo deben trabajar en tiempo de campaña electoral? ¿Los hemos elegido para hacer proselitismo en favor de sus candidatos, o mejor no deberíamos exigirles que aprueben leyes en beneficio de las mayorías? ¿Le dan nuestras y nuestros representantes el debido respeto a nuestro derecho humano al agua?